En otras partes, estas mejoras tardaron más en adoptarse; los clubes británicos volvieron a resistirse a estos cambios y mantuvieron equipamientos apenas diferentes a los de antes de la guerra, mientras que los países de la Europa Oriental continuaron usando uniformes considerados fuera de moda. En los años 1960 se observaron pocos cambios en el diseño de los uniformes, y los clubes generalmente optaban por colores simples que se visualizaban adecuadamente bajo las entonces novedosas lámparas de los estadios.